lunes, 9 de febrero de 2009

Kingdom of Thailand - ราชอาณาจักรไทย

Llegué a Bangkok y me tomé un taxi al hotel. Hacen 35 grados y vengo con 3 horas de sueño. Aproveché unas horas en el hotel con aire acondicionado y wi-fi para terminar unas cosas que tenía pendiente, y después salí a caminar por el barrio (Sukhumvit, el distrito de negocios). Bangkok es calurosa, colorida, y cosmopolita. En frente del Sheraton y una tienda de Lacoste hay un montón de travestis, prostitutas y puestitos callejeros. Además es ruidosa, vibrante y exótica. Se ven elefantes caminando por la calle, el tránsito, aunque mejor que el de Shanghai, es bastante caótico. Los taxis son fucsias, verdes, amarillos, rojos. Los monjes budistas caminan por las calles en sus túnicas anaranjadas, los puestitos venden frutas, mariscos, ropa, y todo lo que te puedas imaginar y mucho más barato que China, cosa que yo pensaba imposible. Me quede tomando unas cervezas en la vereda y me pedí un Tom Yam, después de no sentir la boca por una hora por el picante, me volví al hotel. Al otro día, recorrí me tomé un barquito por el río, fui a ver el palacio este y después a la calle de los mochileros, Kao San, donde no se ve casi ni un tailandés... solo mochileros. Compré un par de cositas y después me fui a un spa a que me hagan un masaje de 1 hora (sin happy ending, aclaro)

A la noche fuimos con Tum, un amigo tailandés, y un amigo inglés de él, a buscar a Ricardo al aeropuerto. Del aeropuerto directo a Silom, sede de la vida nocturna de Bangkok (EX-CE-LEN-TE).

Al otro día, nos levantamos y fuimos todos a Pattaya, a una hora y media de Bangkok, la playa más cercana. Después de Macau, la segunda ciudad más rara que vi. Acá está todo escrito en thai, ruso, chino, japonés, inglés, francés, y más. La playa es chica y sucia, para nada lo que uno se imagina de Tailandia, pero nadie va acá por la playa. Es una especie de Bristol. Después de un poco de playa, donde me encontré con unos argentinos, nos fuimos a ver un show de transexuales que es conocido mundialmente que estuvo genial. A la noche regresamos a Bangkok para salir nuevamente (Siloooooooooooooom!!!)

El domingo, partimos los 4 (Tum, Martin, Ricardo y yo) a Samed. 3 horas de auto, un cd con canciones chinas que habia grabado para el viaje y una hora de ferry más tarde llegamos a la islita que es increíble. Todo y más de lo que uno se imagina de una playa en Tailandia. La isla tiene varias playas, en donde nos quedamos nosotros estaba llena de barcitos y de gente joven, locales y extranjeros. El arena es tan blanca que encandila, el agua tan transparente que hasta en lo más hondo todavia podes ver tus pies. Lo mejor: tragos y comida thai sobre el mar, un masaje thai de una hora en la arena escuchando el ruido del mar, el barcito con el balde de vodka con red bull por 200 bahts y el show de malabares con fuego, el atardecer en Ao Phrao, la playita escondida con la vieja haciendo yoga en topless. Defintivamente uno de los lugares más hermosos que estuve en mi vida, y definitivamente voy a regresar.

De vuelta a Bangkok, una noche más, comida más picante, más cerveza, mas sukhumvit, más compras y al día siguiente al aeropuerto. En este momento estoy en el avión a Mumbai, a ver con que me encontraré en India...

No hay comentarios:

Publicar un comentario